SANTO DOMINGO – Los restaurantes del Barrio Chino de Santo Domingo están en la lista de los más perjudicados por la presencia en el país de un caso del nuevo coronavirus desde el pasado domingo, lo que se ha traducido en una disminución de los clientes y los ingresos diarios de estos negocios.
Érika Nie, una descendiente de chinos que labora en uno de estos locales de comida, reconoce que el sector alimentario es con frecuencia uno de los primeros en verse afectados por la aparición de cualquier virus en un país.
En tono jocoso señala que la forma más fácil de percatarse de que ha disminuido el flujo de visitantes en el Barrio Chino es la facilidad con la que ahora pueden encontrarse parqueos disponibles en esa área de la Capital.
Cuenta además que los efectos también se sienten en los comercios situados en la ciudad de Santiago.
“Tengo un amigo que tiene un negocio de comida en Santiago que dice que han bajado sus ventas y me ha preguntado si en Santo Domingo está pasando lo mismo, y yo le digo que sí”, relata la joven.
Nie también critica la escasez y el encarecimiento de las mascarillas, que suelen utilizarse en las cocinas de los restaurantes, tras el anuncio de que un ciudadano italiano de 62 años fue diagnosticado con el coronavirus (covid-19).
“No encontramos dónde comprarlos. Pero Pro Consumidor debe hacer algo con el precio, porque la cajita de mascarillas costaba RD$150 y ahora está a casi RD$1,000”, dice con enojo.
Por su lado, Juan Carlos Zaldívar, un dominicano empleado en un restaurante chino, deplora que sus compatriotas estén tan atemorizados y mal informados sobre la epidemia del nuevo coronavirus que ha infectado a más de 90,000 personas en unos 70 países.
“La gente prefiere hacer su comida en su casa y está dejando de venir mucha gente a los restaurantes del Barrio Chino. Aquí no se venden animales exóticos como en esos comercios de China, aquí todo se vende sano, vegetales, pescados, mariscos. No tienen por qué temer”, asegura.
Los comerciantes del Barrio Chino coinciden en que la reducción de visitas es más notoria los domingos, cuando tiene lugar el mercado con exhibiciones de productos en las aceras.
Wander García, un vendedor de productos naturales, ha sido testigo de cómo ha disminuido el flujo de clientes del mercado chino los domingos.
Negocios ilesos. Junto a los locales de comida del Barrio Chino conviven los negocios de importación que traen productos desde el país asiático y que prácticamente no se han visto perjudicados por la presencia del covid-19.
Una empleada de uno de estos comercios afirma que el flujo de clientes se ha mantenido desde el inicio de la semana.
“El comercio se mantiene igual, no ha mermado desde el lunes hasta hoy”, dice la trabajadora de escuetas palabras.