Los gobiernos de Camerún y Togo confirmaron este viernes sendos casos positivos de la enfermedad COVID-19, lo que eleva a nueve el total de países africanos afectados por la epidemia de corona-virus.
En el caso de Camerún, se trata de un ciudadano francés de 58 años, que llegó a Yaundé, la capital del país, el pasado 24 de febrero, según informó el ministerio de Salud Pública camerunés en un comunicado.
Se encuentra en aislamiento en el hospital central de Yaundé, y el Gobierno de Camerún ha asegurado a la población que se han tomado todas las medidas para contener los riesgos eventuales de propagación del virus.
En Togo, la afectada es una ciudadana de ese país de 42 años que vive en Lomé, la capital, y que había viajado entre el 22 de febrero y el 2 de marzo, a Benín, Alemania, Francia y Turquía.
También ha sido puesta en aislamiento, y se encuentra fuera de riesgos. Además, toda persona que ha tenido contacto con la mujer han sido identificadas y puestas en cuarentena, según informó el Gobierno en un comunicado.
El Gobierno togolés ha llamado a la calma y a no ceder al pánico, y a respetar las medidas de prevención recomendadas.
En total, en el continente son ya nueve los países afectados: Argelia, Camerún, Egipto, Marruecos, Nigeria, Senegal, Sudáfrica, Togo y Túnez.
El África subsahariana, especialmente vulnerable por sus frágiles sistemas de salud, se mantiene de momento como una de las regiones menos afectadas del mundo, además de que muchos países cuentan con experiencia en gestión de epidemias víricas.
A nivel global, los contagios rondan ya los 100.000 casos, pero la gran mayoría de ellos están localizados en China, la nación donde surgió la epidemia.
La cifra de muertes supera las 3.000 en todo el mundo y la mayor preocupación respecto a la enfermedad reside en su gran capacidad de propagación.