Madrid.- Poco más de un día de confinamiento obligatorio por el avance del coronavirus ha servido para que los españoles usen la imaginación contra el tedio y mientras las redes sociales se llenan de festivales de música en abierto, hay quien hace deporte en casa, videollamadas en grupo o incluso bingo desde los balcones para animar a los vecinos.

Es la tónica general estos días cuando el virus deja ya 309 muertos y más de 9.000 contagios en todo el país, de los que casi la mitad corresponden a la región de Madrid, según los últimos datos del Ministerio español de Sanidad.

Para contener el contagio, el Gobierno decretó el estado de alarma durante al menos 15 días desde ayer, con medidas drásticas que limitan los desplazamientos de la población a lo imprescindible: comprar alimentos o medicamentos, trabajar, acudir a centros sanitarios o viajar por causa de fuerza mayor.

Y en medio de las restricciones y ya concienciados de la necesidad de permanecer aislados para frenar los contagios, la población española, de 47 millones de personas, llama a la calma pero también aprovecha el tiempo para entablar conversación con los vecinos o salir a las ventanas a cantar con ellos.

APROVECHAR EL TIEMPO QUE NORMALMENTE NO SE TIENE

Si hay algo común en la ciudadanía, además de la incertidumbre sobre el impacto sanitario y económico que conllevará el Covid-19, es hacer de la necesidad virtud, así es que muchos están aprovechando estos días para emplear el tiempo en cosas que en momentos de normalidad no podrían.

Raquel Morado cuenta a Efe que está dedicando estos días a “escuchar música, tocar la guitarra, limpiar la casa o arreglar cosas que se nos han ido rompiendo”.

“Escucho música, hago listas de reproducción, toco la guitarra o canto”, explica esta residente en Madrid.

En esa misma línea, Juan Almagro está concienciado de que el aislamiento le servirá para estudiar todo lo que pueda de cara a sus exámenes, “que por el momento siguen en pie”.

Juan es estudiante de medicina, vecino de Murcia (sureste) y tiene población de riesgo en su familia por lo que le ha tocado aislarse solo en casa: “el día antes de las medidas imprimí apuntes como un loco porque así por lo menos puede tener cosas para estudiar”.

ESTRECHAR LAZOS FAMILIARES Y SOCIALES

Una de las reacciones espontáneas que está dejando este aislamiento son las videollamadas con familiares y amigos, pero también el contacto de ventana a ventana entre vecinos, que están tejiendo una red inexistente hasta el momento en muchas comunidades.

En los múltiples mensajes que se comparten a través de los teléfonos móviles puede verse varias personas dando un concierto improvisado para el resto de la calle o incluso quien ha distribuido cartones de bingo y canta los números por el balcón.

“Ayer por la noche el vecino de enfrente puso la canción ‘Resistiré’ a todo volumen para que pudiéramos cantarla juntos, nos presentamos a los chicos de arriba con los que solo habíamos intercambiado un ‘hola’ y ‘adiós’, quizá quede algo bueno de esto”, declara María López, vecina de Santiago de Compostela (noroeste).

Unas relaciones que también se dan entre grupos de amigos que hace mucho que no se ven: “tuve una videollamada con mis amigas de mi ciudad de origen y el miércoles hemos quedado otra vez, ya estábamos separadas antes de esto y bien podíamos habernos organizado hace tiempo”, comparte también Raquel.

SERIES, DEPORTE O NUEVAS RECETAS, ENTRE LO MÁS RECURRENTE

En la era de las plataformas de contenidos audiovisuales, muchos aprovechan la cuarentena para ponerse al día en su serie favorita o grandes estrenos que han coincidido con el inicio de la pandemia, cuando además muchas compañías están abriendo los soportes de manera gratuita.

Tal como cuenta Juan Pablo Mazorra, mexicano residente en Barcelona, estos días está viendo películas que tenía pendientes “como las ganadoras de los Oscar de los últimos años” o series como “Killing Eve” o “El nuevo Papa”.

Además, organiza “intercambios gastronómicos” con sus compañeros de piso: “cada día nos cocinamos cosas ricas, ellos me hicieron fideuá o garbanzos con chorizo y yo hoy les hago un pipián mexicano”.

Precisamente tener tanto tiempo para cocinar y también para comer es una de las preocupaciones que pueden verse maquilladas en chistes estos días en las redes sociales.

Juan Pablo dice abiertamente que le preocupa “mucho” porque además en su piso “de 55 metros cuadrados” no cuenta con “mucho espacio” para hacer algo de deporte.

“Vemos a las celebridades en vídeos que dicen que nos ejercitemos, pero ellos tienen mansiones y yo vivo con otras dos personas en un piso pequeño, intentaré moverme un poco pero me temo que acabaré engordando”, remacha.

Algo que intentan evitar iniciativas como la de Rebeca Alonso, profesora de yoga y que esta tarde impartirá una clase gratuita a través de internet.

“Tengo muchos compañeros que les gustaría hacer ejercicio en casa y a mi compartir mis conocimientos, doy clases online pero hay gente que no puede permitírselo así es que es una forma de aportar mi granito de arena”, explica.