“La idea de dividir en jurisdicciones la función judicial, es someter la justicia al principio de igualdad. Iguales juzgando a iguales. Jueces que comprendan y conozcan sus juzgados y las razones de sus actos. En la virtualidad, un juez puede vivir en Estados Unidos y juzgar aqui”. (Twit).

En el desarrollo de las ciencias jurídicas en su aspecto juzgación se procura rasar a las personas, que significa igualar, y de hecho, las representaciones simbólicas que las partes promueven en los tribunales tienen la finalidad de recrear aspectos propios del meollo social y cultural del hecho litigioso. De hecho, hay palabras que promueven una reacción de forma indistintas dependiendo de la región donde se invocan.

Por ello se han creado las regiones de juzgación limitadas, que habrá de ser el próximo elemento a destruir por RALPH-Luis Henry el demoledor, circunscripciones, que incluso respetan e incorporan, en otras naciones, las culturas y costumbres de minorías indígenas y regionalismos diferenciatorios.

En el nuevo modelo virtualizante propuesto como remedio continuador por el Consejo del Poder Judicial ante la pandemia del Coronavirus, pero que se ha demostrado en sus hecho la
Intención de perpetuar, un juez puede vivir en Groenlandia, sufrir el frío y tempestades de esa zona apartada, vivir en su costumbre, y sancionar procesos en el país totalmente desconectado de la realidad, las singularidades, la cultura y las costumbres, constituyendo juicio entre desiguales. Lo que puede ocurrir con un citadino juzgando un acontecimiento de Dajabón o un banilejo sancionando un hecho de Miches. Hay ciertos condimentos locales y regionales que ayudan a entender el conflicto y apreciar la mejor solución.

El peligro que se cierne sobre el sistema de justicia inicia con la sustitución de todos los adlateres al sistema, venduteros, limpiabotas, vendelibros, mensajeros, alguaciles, oficinistas, secretarias, abogados privados y luego los jueces. Un gran ahorro que mostrar ante los tiempos de crisis financiera que se avecinan.

¡Están advertidos! De todos depende no ser Ralph-Luis Henry, el demoledor, y constituirnos en Felix el reparador, de este mal que tenemos, asoma y se incrementa.

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Transición en armonía