REFLEXIONES EN TRANSICION
Por: José Francisco Peña Guaba
La expansión mundial del Covid 19 ha suscitado la aplicación de diferentes medidas para restringir o anular sus efectos. Se entiende positivo expandir el conocimiento público respecto de cuáles medidas se aplican, cuáles son o no exitosas y cuáles podría aplicar el país, en caso de no estar haciéndolo.
La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) divide las estrategias contra el Covid 19 en 7 apartados, a saber: medidas sobre desplazamiento (que incluye cuarentenas, restricciones de entrada y salida al país y distanciamiento social), salud, economía, empleo, protección social, educación y género.
En este artículo se resumen las principales acciones emprendidas por países de todo el mundo en el área de “desplazamiento”, de la que se obtendrán las que consideramos interesantísimas evidencias para las estrategias que al respecto aplica y pretende aplicar la República Dominicana.
En cuanto a las medidas de desplazamiento:
En la estrategia de combate al Covid 19 las primeras estrategias son la cuarentena y el distanciamiento social. La cuarentena admite diversas variantes, a saber: restricciones de entrada y salida del país, restricciones a ciertas demarcaciones, cuarentena para extranjeros y nacionales, cuarentena a nivel nacional o por zonas geográficas.
Si bien prácticamente todos los países del mundo utilizan la estrategia del distanciamiento social (mantener distancia mínima de 1 metro entre una persona y otra con la que no reside), no todos utilizan la cuarentena, ni de la misma manera. En todo caso, el distanciamiento social en lugares cerrados y al aire libre es una forma básica para disminuir la propagación del COVID-19
Restricciones de entrada y salida en América Latina:
La recomendación específica ofrecida por la Organización Mundial de la Salud es la de tener cuidado de salida en puertos y aeropuertos internacionales en zonas afectadas por el brote. Se pretende detectar a viajeros con síntomas y poder evaluarlos y tratarlos de inmediato evitando la exportación de la enfermedad sin afectar o afectando lo menos posible el transporte internacional.
De hecho, la Organización Mundial de la Salud no identifica utilidad alguna en el cuidado de entrada porque el grado de eficacia de esa medida no ha sido demostrado, si bien es una medida que pudiera servir de apoyo a una estrategia de comunicación del riesgo proporcionando a ciertos viajeros información pertinente de salud para reducir el riesgo de enfermedad.
Sin embargo, en América Latina la medida de restricción de acceso y salida de nacionales y extranjeros se utilizó en alto grado y en diferentes variantes. Varias naciones americanas impusieron restricciones a la llegada de extranjeros.
En Argentina la primera medida fue por 30 días contra personas no residentes o extranjeras que hubieran estado en países afectados, 14 días antes de la llegada a territorio argentino, restringiendo la entrada a través de aeropuertos, pasos internacionales, centros fronterizos y cualquier otro punto de acceso.
Se llegó al cierre total igual que en Honduras, Guatemala, Colombia, Venezuela, Guyana, Bolivia, Uruguay y Canadá, en América, como en India, Indonesia, Malasia, Vietnam, Tailandia y Mianmar en Asia.
En Brasil se restringió el acceso desde Argentina, Bolivia, Colombia, Guyana francesa, Paraguay, Perú y Surinam, medida que luego se extendió a otros países (Venezuela, Suiza, entre otros). Además, se establecieron restricciones temporales para ingresar y salir del país en cualquier clase de transporte, así como se restringió el transporte interurbano por carretera, puerto o aeropuerto.
En Chile se prohibió el desembarco desde cruceros (de hecho, se prohibieron todas las operaciones en puertos hasta septiembre 30), permitiéndose solamente la entrada de chilenos y residentes permanentes previa presentación jurada ante las autoridades sanitarias y cumpliendo cuarentena de 14 días.
También se impusieron cordones sanitarios en diferentes demarcaciones geográficas y restricciones para operación de lugares públicos y reuniones masivas (prohibidas) con imposición de “drásticas” multas por violación de las reglas.
En Costa Rica solo tienen permiso de entrada los costarricenses y los residentes. Todas las actividades de masas fueron suspendidas, incluyendo reuniones en salas de eventos, conferencias, espectáculos, todas las iglesias y playas y se prohibió la circulación de vehículos privados de 5 de la tarde a 5 de la mañana y luego los vehículos privados que podían circular solamente podrían hacerlo de acuerdo al número de matrícula. Todos los residentes extranjeros que abandonen el país perderán su estatus migratorio (no podrán regresar).
En el caso de Ecuador se prohibió la llegada de vuelos extranjeros desde el 17 de marzo, suspendiendo toda clase de transporte internacional de pasajeros con destino a ese país. Además, se prohibió la movilidad interprovincial, los eventos públicos masivos, las reuniones de más de 30 personas y restricción total de movimiento vehicular.
Solamente pueden movilizarse los vehículos para compra de alimentos, combustibles y medicamentos, pero solo dos veces a la semana y de acuerdo al número de matrícula. Actualmente se permite el acceso, como se dice más adelante.
En México se prohibieron los viajes no esenciales, excepto las actividades comerciales (no restringidas). En cuanto a los eventos públicos, se prohibieron los de más de 100 asistentes.
En Panamá se prohibieron los vuelos con Europa y Asia, sólo se permitía viajar a los nacionales y residentes todo tipo de actividades, eventos cuya organización involucra a muchas personas en todo el territorio nacional. Tales como festivales, ferias, eventos culturales, religiosos, deportivos, entre otros.
Restricciones de entrada y salida parciales:
La entrada al país puede depender de la nacionalidad del viajero, el punto de origen u otras regulaciones específicas en los casos de Cuba (donde están vigentes medidas de distanciamiento social consistentes en reducción al 50% de ocupación en todos los locales públicos y ascensores).
España (primero se restringió la entrada y luego se permitió sólo para nacionales y residentes, portugueses, ingleses y viajeros procedentes de la zona Schengen); Australia (ha restringido la entrada de todos los extranjeros, excepto los ciudadanos de Nueva Zelanda que residen en Australia, y los ciudadanos de otros países de Oceanía en tránsito hacia sus países de origen) y Francia (ha restringido la entrada a todos los ciudadanos extranjeros, excepto a los procedentes de la UE, el Reino Unido, Andorra, la Ciudad del Vaticano, Islandia, Liechtenstein, Mónaco, Noruega, San Marino, Suiza, Australia, Canadá, Georgia, Japón, Marruecos, Nueva Zelanda, Ruanda, Corea del Sur, Tailandia, Túnez y Uruguay).
Asimismo, está en cierre parcial Italia (ha restringido la entrada de todos los viajeros que viajan como turistas, y ha suspendido los vuelos desde China y Taiwán).
En países asiáticos también se utilizan restricciones parciales, como ocurre en Japón (ha restringido la entrada de viajeros que hayan visitado ciertos países en los últimos 14 días), Taiwán y Camboya.
Países que no impusieron restricciones:
Algunos países no tiene restricciones formales de entrada, pero están vigilando la situación y puede tener otras advertencias de viaje, entre ellos: Inglaterra, Portugal, Ucrania, Egipto, Brasil, Ecuador, República Dominicana, Haití, México y Nicaragua.
En el caso de Japón el gobierno no ha decretado el bloqueo de sus regiones ni el aislamiento obligatorio de sus ciudadanos con el fin de detener la propagación del virus. Más allá de la cancelación de algunos eventos deportivos (sin contar los Juegos Olímpicos, cuyo aplazamiento lo decidió el Comité Olímpico Internacional) y el cierre de escuelas, los japoneses siguen haciendo su vida de manera más o menos normal.
Estrategia alternativa al cierre y cuarentena: rastreo masivo y aislamiento de grupos de contagio:
Particularmente en países orientales la situación de cuarentena y distanciamiento social se presenta diferente al mundo occidental, por razones sobre todo culturales. En general, los gobiernos asiáticos “piden” a sus ciudadanos que se queden en casa (como en Singapur y Hong Kong), solicitud que resulta acogida porque significa cumplimiento de deberes ciudadanos, lo que es un valor social en esas sociedades.
En Taiwán, sin embargo, se debieron imponer multas a quienes no respetaran el aislamiento domiciliario.
Vietnam restringió visitantes extranjeros excepto de algunos países (Estados Unidos o de otros países asiáticos) pero éstos debieron entrar a cuarentena obligatoria.
Pero en general, a nivel interno, lo que se exigió a los ciudadanos fue portar las mascarillas en lugares donde se aglomeraran personas, medida que ya estaba en práctica desde 2008. En efecto, es común que los asiáticos respeten el distanciamiento social y porten mascarillas, como secuela de otras enfermedades anteriores. Varios países asiáticos (Birmania entre ellos) no han considerado implementar cuarentenas.
En todo caso, la estrategia alternativa al cierre total que utilizan algunos países orientales, sobre todo Corea del Sur, Singapur, Hong Kong, Japón y Vietnam es la de perseguir activamente todos los casos posibles mediante testeo masivo. En Corea del Sur se realizan hasta 20 mil pruebas diarias. Todos los casos son aislados de inmediato. A cada enfermo se le coloca un dispositivo de localización y su señal es enviada a todos los teléfonos de la zona donde pudiere encontrarse cualquier enfermo (que viole las reglas de aislamiento).
Cuarentena educativa:
En todos los países del mundo se impuso restricción educativa. Todos los calendarios escolares han sido impactados. En América Latina los 11 países considerados aquí (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Panamá, Perú y la República Dominicana) impusieron restricción de clases presenciales, medida que también es común en Europa (España e Italia) y en Asia (Vietnam y Hong Kong).
De manera concluyente, entendemos que, en cuanto al distanciamiento social, la cultura asiática provee excelentes pautas para una transformación educativa basada en la promoción del cumplimiento de los deberes, no sólo en la exigencia de cumplimiento de derechos. El distanciamiento social no es impuesto por las autoridades, ni cumplido por la fuerza: es parte de la convicción del ciudadano, de su comportamiento social y producto de su libre albedrío.
Las restricciones de acceso pueden no ser necesarias y por lo general son menos importantes que la promoción de distanciamiento social y uso de mascarillas, además de las restantes medidas (uso de alcohol en gel, guantes, etcétera).
Lo que resulta imprescindible, inaplazable y de necesidad inmediata es un sistema amplio y tecnológicamente adecuado para la detección de casos, incluyendo la realización de avisos de movimiento de los enfermos que no respeten el aislamiento.
Por tanto, no se trata de hacer pruebas, sino de hacer pruebas, la mayor cantidad posible y concomitantemente aislar los enfermos y conocer sus movimientos para reportarlos a todos los susceptibles de entrar en contacto con ellos.