Los jugadores que disputen el Abierto de Estados Unidos, previsto del 31 de agosto al 13 de septiembre, podrán desplazarse a continuación a Roma y disputar el Masters 1000 italiano, del 20 al 27 de septiembre, sin necesidad de estar dos semanas en cuarentena, con tal de que certifiquen su negativo en un test realizado máximo 48 horas antes.
Así se refleja actualmente en la normativa italiana, que permite la organización de manifestaciones deportivas de alto interés nacional a puerta cerrada y que las abre a todos los deportistas de élite que demuestren su negativo.
Los tenistas que participen en el Abierto de Estados Unidos o que entren a Italia desde el extranjero deberán realizar una prueba faríngea en las 48 horas precedentes a su viaje y proporcionar sus datos personales para permitir realizar los pertinentes controles.
Dichas medidas figuran en el decreto del Consejo de Ministros recientemente firmado por el primer ministro Giuseppe Conte, en las que se señala que, a partir del 1 de septiembre, la presencia de público en eventos de “menor interés” está permitida hasta un máximo de 1000 personas al aire libre.
El torneo de Roma, que fue aplazado en mayo a causa de la pandemia del coronavirus, está previsto del 20 al 27 de septiembre en el Foro Itálico romano y a puerta cerrada.