MIAMI.- La undécima depresión formada en el océano Atlántico se convirtió este jueves en la tormenta tropical Josephine sin que de momento revista peligro para algún territorio de la cuenca del Caribe oriental.
A las 11.00 hora local (15.00 GMT), el centro de la tormenta fue localizado a 1.565 kilómetros (975 millas) al este-sureste de las islas del norte de Sotavento, indicó el Centro Nacional de Huracanes (NHC) estadounidense.

Josephine se desplaza actualmente en dirección oeste-noroeste a una velocidad de 24 km/h (15 m/h) y se espera que este movimiento continúe durante los próximos días, seguido de un giro al noroeste al término de este fin de semana o comenzando la semana entrante.

El observatorio estadounidense, con sede en Miami, Florida, indicó que los vientos máximos de Josephine han aumentado a cerca de 75 km/h (45 m/h), con ráfagas más fuertes.

Con respecto al alcance de los vientos de intensidad de tormenta tropical, estos se extienden hasta 130 km (80 m) al norte del centro del sistema.

Se pronostica algún fortalecimiento adicional durante las próximas 48 horas, avanzó el NHC.

El observatorio indica que por el momento no hay vigilancias ni avisos costeros en efecto, aunque sí “intereses” en las Islas de Sotavento, que deben de monitorear el progreso de este sistema.

En la trayectoria gráfica marcada por un cono, Josephine no aparece con posibilidades de convertirse en huracán en su avance hacia el noroeste en aguas del Atlántico tropical.

El recorrido previsto tampoco compromete las aguas del Golfo de México, según la gráfica.

Este año ya se formaron las tormentas tropicales Arthur y Bertha, ambas antes del inicio oficial de la temporada ciclónica, que comienza el 1 de junio y concluye el 30 de noviembre.

Después siguieron Cristóbal, Dolly, Edouard, Fay, Gonzalo y Hanna, esta última el primer huracán de este año en el Atlántico, que tocó tierra en Texas el sábado 25 de julio.

La semana pasada Isaías tocó tierra como huracán en Bahamas y luego bordeó y tocó como tormenta la costa este de EE.UU., causando al menos cinco muertes y daños económicos.

La semana pasada la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA) de Estados Unidos indicó que la temporada de huracanes 2020 en el Atlántico puede hacer historia con 25 tormentas con nombre, de las cuales ya han ocurrido 9.

Se trata de la primera vez que la NOAA proyecta la ocurrencia de hasta 25 tormentas con nombre, rompiendo el récord de 21 del fatídico 2005, recordado por los huracanes Katrina y Wilma, dos de las siete tormentas nombradas que tocaron tierra en Estados Unidos.

La agencia federal, que cada agosto actualiza su pronóstico, reiteró el jueves pasado que la temporada ciclónica en el Atlántico podría ser “extremadamente activa”, con hasta 11 huracanes, de los cuales hasta 6 podrían ser muy poderosos.
 

 

 

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