MANILA.- Un terremoto de magnitud 6.7 sacudió la mañana del martes la isla de Masbate, en el centro de Filipinas, dejando al menos un muerto, además de derrumbar algunas viviendas y provocar daños en edificios públicos y carreteras.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) calibró inicialmente la magnitud del seísmo en 6,6, aunque luego la revisó en 6,7; mientras que el Instituto de Vulcanología y Sismología de Filipinas (Phivolcs) lo situó en 6,6.
El epicentro del seísmo, que tuvo lugar a las 8.03 hora local (2.03 GMT), se situó a 5 kilómetros al suroeste de la localidad de Cataingan, donde se sintió con intensidad destructora, y el hipocentro a un kilómetro de profundidad, según Phivolcs.
La delegación provincial en Masbate del Centro Nacional de Reducción de Riesgo de Desastres informó en su reporte preliminar de daños de que un hombre, que responde al nombre de Gilbert Sauro, falleció en el derrumbe de su casa en Cataingan, mientras que su esposa, Ronalyn Condrillon, resultó herida.
La oficina de la Cruz Roja de Filipinas en la provincia de Masbate publicó en las redes sociales imágenes de las consecuencias del terremoto, que provocó profundas gritas en calles y carreteras, desconchó fachadas de edificios de apartamentos, causó destrozos en el mercado público y en el puerto de Cataingan y derrumbó decenas de viviendas endebles ubicadas en las zonas más empobrecidas de la costa.
El temblor se sintió también en las vecinas islas de Panay, Samar, Leyte y Negros, y en las provincias de Albay y Sorsogon, en el extremo sur de la isla de Luzón.
Decenas de réplicas de magnitud superior a 3 siguieron al seísmo de origen tectónico y, según Phivolcs, se esperan más durante el día.
“No podemos descartar la posibilidad de otro terremoto de gran magnitud, pero principalmente esperamos réplicas más débiles”, indicó el director de Phivolcs, Renato Solidum.
Filipinas se asienta sobre el llamado Anillo de Fuego del Pacífico, una zona que acumula alrededor del 90 % de la actividad sísmica y volcánica del mundo, y que es sacudida por unos 7.000 temblores al año, la mayoría moderados.
El último gran terremoto que golpeó el país fue un temblor de 7,1 que mató a más de 220 personas en el centro de Filipinas en octubre de 2013; y en julio de 1990, más de 2.400 personas murieron en la isla de Luzón por un seísmo de 7,8, uno de los más fuertes que han azotado el país.