ESTADOS UNIDOS ( AGENCIA EFE).-Estados Unidos alcanzó  la cifra de 7,328,273 casos confirmados del coronavirus SARS-CoV-2 y la de 208,642 fallecidos por la enfermedad de la COVID-19, según el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.

Este balance a las 20:00 hora local (00.00 GMT del sábado) es de 54,330 contagios más que el jueves y de 899 nuevas muertes.

En la madrugada de este viernes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que él y su esposa, Melania, dieron positivo al virus.

Horas después, el gobernante se trasladó hasta el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed, ubicado en Bethesda (Maryland), a las afueras de Washington.

Las cifras del Hopkins indican que pese a que Nueva York ya no es el estado con un mayor número de contagios, sí sigue como el más golpeado en cuanto a muertos en Estados Unidos, con 33,199, más que en Perú, Francia o España. Tan solo en la ciudad de Nueva York han muerto 23,846 personas.

A Nueva York le siguen en número de fallecidos Texas (16,202), Nueva Jersey (16,131), California (16,030) y Florida (14,554).

Otros estados con un gran número de muertos son Massachusetts (9,490), Illinois (8,992), Pennsylvania (8,162), Michigan (7,110) o Georgia (7.106).

En cuanto a contagios, California suma 824,469, le sigue Texas con 781,995, tercero es Florida con 711,804 y Nueva York cuarto con 461.629.

El balance provisional de fallecidos -208,642- supera con creces la cota más baja de las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que proyectó en el mejor de los casos entre 100,000 y 240,000 muertes a causa de la pandemia.

El presidente estadounidense, Donald Trump, rebajó esas estimaciones y se mostró confiado en que la cifra final estaría más bien entre los 50,000 y 60,000 fallecidos, aunque luego auguró hasta 110,000 muertos, un número que también se ha superado.

Por su parte, el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que para las elecciones presidenciales del 3 de noviembre Estados Unidos llegará a los 240,000 fallecidos y para el 31 de diciembre a los 370,000.