SANTO DOMINGO. El Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE) entiende como un “atentado” en contra de la familia dominicana y las buenas costumbres, el Proyecto de Ley sobre igualdad y no discriminación sometido por el Frente Amplio Nacional.
Su presidente Feliciano Lacen, dijo que ve con mucha preocupación el rumbo que lleva la República Dominicana, y la promoción de una agenda promovida por organismos económicos internacionales, que quieren promover el “morbo”, destruir y desnaturalizar la familia, cambiar la identidad original divina de sus miembros.
“Estamos observando de manera directa ataques frontales contra los valores que fundamentan nuestra nación y nos identifican como país único, nación donde debe primar el cumplimiento de la Constitución y de las leyes, donde todavía gozamos de libertades individuales y la armónica de la convivencia nacional, herencia que podemos perder con iniciativas legislativa promovidas por el diputado Juan Dionicio Fernández.” Añadió el pastor Lacen.
El mismo recomienda al Congreso, ocupar tiempo en aprobar leyes como Código Penal que tiene más de 20 años, además admitir otras leyes que complementan la Carta Magna que fue aprobada en el año 2010, de las cuales más de 100 iniciativas están pendientes.
El presidente de CODUE, sostuvo que en la República Dominicana no existe discriminación por preferencia sexual al contrario, vivimos en una sociedad donde a las personas se les respeta por sus derechos independientemente de la forma que han elegido conducirse y pensar.
Feliciano Lacen, dijo que lo que se quiere promover con este “proyecto envenenado”, es copiar modelos importados de naciones desarrolladas que no encajan en países en vía de desarrollo como el nuestro. “muchos insisten en promover socialmente una diferencia entre homosexuales y heterosexuales, categorías que no existen y que solo están en la mente de una minoría.
“hacemos un llamado a las diferentes fuerzas sociales, y a los legisladores a pensar en la familia y futuro de las nuevas generaciones que necesita más educación en valores, y oportunidades para desarrollarse de manera integral; generación que no necesita que se les adoctrine con ideologías y modas sociales que buscan destruir los roles en el hogar”.