Por Marino Ramírez Grullón
Dentro del comportamiento anómalo que tienen muchos dominicanos está el irrespeto olímpico a las leyes y norman que rigen en el territorio nacional.
Incluso en medio de una situación de emergencia como es la establecida dentro de la pandemia del Covi 19, muchas personas presumen de vándalos cuando a propósito retan a las autoridades violando las reglas establecidas.
Estamos en toque de queda predominante desde la aparición del Covi, una epidemia gripal que ha originado la muerte de cientos de dominicanos, la infección de otra gran cantidad pero más que eso casi la quiebra de la economía.
En ese sentido a los gobiernos que les ha tocado lidiar con esta situación les ha costado sacrificios y gastos controlar la enfermedad.
No entiendo entonces como gente con cierto nivel de cerebro realizan fiestas clandestinas, se aglomeran en bares, playas y lugares públicos como si nada estuviera pasando.
Los más recientes hechos tienen que ver con una fiesta clandestina en Santiago donde músicos de calle y hasta un presentador de televisión que aspiró al alcalde estaban involucrados.
Esa es la mayor vergüenza que se haya visto, lástima que la policía no apresó infraganti al locutor y al famoso artista popular.
Alegó el presentador de televisión que iba a cobrar cien mil pesos por su animación que no sucedió porque llegó tarde al evento, imagínense a ese señor administrando un municipio con tal irresponsabilidad.
Pero también al músico de calle así les llaman ahora a los que hablan y no cantan pero que animan y graban temas que hasta se escuchan en la radio.
Es decir estamos ante una camada de personajes que abusan de la benevolencia de la autoridad pública que sólo colocan multas y no dejan presos al menos por 48 horas a los abusadores violadores de las leyes.
Mientras se permita este tipo de comportamiento abusivo de estos personajes públicos que violan las buenas costumbres y ponen en apuros a los ciudadanos decentes no llegaremos a ninguna parte.
El costo económico o de salud de la pandemia gripal Coronavirus es enorme nos dejará con una gran deuda social, si no ponemos atención y cordura contra los cabeza loca que irrespetan al país seremos todos víctimas de sus desmanes.