MI SENTIR

Balbueno Medina

El Municipio Santo Domingo Norte, ha sido uno de los más desafortunados del país, pese a la vocación de cambio que han mostrado sus munícipes en cada uno de los procesos electorales que les ha tocado vivir, en busca de encontrar un ejecutivo municipal que se case con la gloria por sus ejecutorias a favor de todos.

En el pasado proceso electoral confiaron sus esperanzas en el alcalde Carlos Guzmán, quien les prometió que haría una gestión diferente a las de sus antecesores, pero ha sido todo lo contrario, ya que las condiciones de aseo, urbanismo y mantenimiento de los diferentes sectores del Municipio se han deteriorado mucho más.

En la Urbanización Jardines de Genoveva, por ejemplo, lugar en el cual el alcalde Guzmán, se comprometió durante la campaña electoral con sus moradores a terminar el asfaltado de sus calles, iniciadas durante la gestión de Francisco Fernández, todavía es la fecha que no han recibido el cumplimiento de sus promesas desde que asumió la dirección del cabildo en abril del año pasado.

Esa falta del cumplimiento de la palabra empeñada, de la cual fui testigo porque la Junta de Vecinos de la Urbanización de Genoveva, me invito como testigo de ese acuerdo, es lo que ha hecho que Carlos Guzmán haya ido perdiendo su base de apoyo en Santo Domingo Norte y probablemente termine pasándole lo mismo que a sus antecesores colegas.

Recordamos que por la falta de cumplimientos a los compromisos contraídos por los exalcaldes Daniel Lois, Jesús Feliz, Francisco Fernández y Rene Polanco, no pudieron reelegirse en el cargo, porque en algunos casos hasta le fallaron a las militancias de sus partidos políticos y ni siquiera a lo interno pudieron validar sus aspiraciones continuistas.

En el caso de Carlos Guzmán, la frustración e indignación de lo munícipes de Santo Domingo Norte sería peor porque este se vendió como la antítesis del comportamiento de esos políticos dado su vinculación con los sectores que fueron los que votaron mayoritariamente por el en. las elecciones municipales del año pasado.

Lo más penoso y vergonzoso de todo lo que le ha ocurrido al Municipio Santo Domingo Norte, desde que fue elevado a esa categoría hace más de 20 años, es que ninguno de los alcaldes que hemos mencionado ha hecho una obra simbólica o icónica que identifique a esa demarcación con excepción del edificio de la sede municipal que fue construida en la gestión del primer alcalde Daniel Lois, pese a que recibe uno de los cuatro presupuestos más altos que el Estrado entrega a los cabildos del país.

Las condiciones de abandono, arrabalización y deterioro en que se encuentran la mayoría de Urbanizaciones y sectores del Municipio Santo Domingo Norte, que lo mantienen postrado como una comunidad rural cualquiera de nuestro país, ameritan de la urgente intervención del gobierno del presidente Luis Abinader, a través del Ministerio de Obras Públicas y su Ministro Deligne Ascención, para que el mismo pueda desarrollar las grandes potencialidades turísticas, medioambientales, culturales, históricas y artísticas que posee y que se han estancado por la falta de gerencia y planificación de los alcaldes que ha tenido.

Ojala, que estas inquietudes, que son de la generalidad de los moradores del Municipio Santo Domingo Norte, sean bien acogidas por la alcaldía local y el gobierno central, y ambos decidan aunar esfuerzos en el propósito común de hacer avanzar al Municipio Santo Domingo Norte, para que se así puedan llegar las inversiones del sector privado a esa demarcación, la cual adolece de todo tipo de empresas e industrias que proporcionen las fuentes de trabajo que demanda el municipio para su pleno desarrollo.

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