República Dominicana debe enfrentar éstas dos realidades definitivamente.
Mario Antonio Lara Valdez
Día tras día podemos ver indigentes adultos o de tercera edad, pidiendo limosna en avenidas , calles o lugares donde circule público que pueda aportar alimentos o dinero para responder a su desventurada situación que lacera a cualquier persona presenciar este acto.
Condiciones precarias de salud mental, dependencia del alcoholismo o diferentes tipos de drogas, así como también de abandono familiar o escapar de situaciones de peligros.
Al lado extremo, vemos como cada día más aumenta una colocación de niños, adolescentes y adultos , de igual forma, personas envejecientes de manera permanente y organizada , colocados en avenidas, lugares de alta circulación de personas donde solicitando de distintas formas limosna manipulando los sentimientos más nobles de cada ciudadano .
Los organismos reguladores de los temas de la niñez, juventud, envejecientes, seguridad nacional, migración, trata de personas, violencia infantil y la municipalidad deben enfrentar esta situación actual .
Lastimosamente esto se refleja a diario y en nuestras narices estamos expuestos a sanciones internacionales fuertes, lo cual indica una gran apatía del estado dominicano, en enfrentar con voluntad real esta condición de vulnerabilidad y trata de personas, en un nivel muy degradante, pero también en algunos casos organizados de manera deliberada.
República Dominicana está en un momento histórico que debe tener y demostrar una verdadera voluntad real para lograr un avance significativo en aplicación de políticas públicas dirigidas a ir cerrando problemas sociales y negación de derechos, del mismo modo, enfrentar la manipulación y trata de personas en sus diferentes escenarios.
Como ciudadano preocupado por esta situación, solicito a organismos reguladores de los diferentes temas involucrados, que asuman posiciones firmes y que quienes, haciendo negocios con la indigencia sean sancionados y degradados así como evidenciados ante la sociedad .
En ese mismo tenor, solicito a los mismos organismos reguladores, aplicar políticas públicas directamente relacionadas a proteger y sacar de las calles todo tipo de situaciones de vulnerabilidad e indigencia o disminuir las causas que, de realidad humana y social que conlleva a esta realidad degradante para una persona.