Dr. Víctor Manuel Peña
En todo Estado con moneda propia y con banco central siempre hay y tiene que haber espacio para la política monetaria.
Todo Estado está llamado a ejercer su soberanía en materia monetaria y a utilizar los grados de libertad de la política monetaria en el contexto de la globalización o de cualquier entorno internacional, sea de crisis o no.
Aún con la autonomía que debe tener todo banco central, la política monetaria debe estar eternamente coordinada con la política fiscal.
La política monetaria tiene que ver con la acción del Estado sobre los agregados monetarios en el corto plazo, es decir, la acción sobre la base monetaria, la oferta monetaria, masa monetaria o liquidez, los tipos de interés, el crédito bancario, el tipo de cambio, etc. En fin, con la acción sobre esos agregados monetarios vía la política monetaria, el Estado, por intermedio del banco central, afecta la demanda agregada de bienes y servicios en la economía.
También el Estado actúa de manera activa y permanente sobre la demanda agregada de bienes y servicios vía la política fiscal, es decir, vía los tributos y el gasto público.
En sentido general, tanto la política monetaria como la política fiscal persiguen fines de estabilización macroeconómica ante las diferentes fases del ciclo económico.
En cada momento hay que saber las características de cada coyuntura para saber qué tipo de política monetaria aplicar: si es expansiva o restrictiva
De la misma manera que hay que saber las características de la coyuntura y de la economía para determinar qué tipo de política fiscal aplicar.
Ningún tipo de política monetaria, expansiva o restrictiva, está llamado a aplicarse eterna o permanentemente.
Cuando comenzó la pandemia del coronavirus, y dados los efectos provocados por ésta sobre la economía, la salud y la vida de la gente, hubo la necesidad de impulsar una política monetaria expansiva que dio lugar a un significativo incremento de la base monetaria, de la oferta monetaria o base monetaria y del crédito en la economía. Aunque naturalmente el crédito bancario no se ha expandido tanto como se han expandido la base monetaria y la liquidez en la economía.
El Banco Central utilizó las siguientes ventanillas o instrumentos de política para hacer acrecer la base monetaria y la liquidez en la economía: Un programa de liberación de excedentes del encaje legal, un programa de facilidad de liquidez rápida, los repos o compras de instrumentos financieros a los bancos para inyectarles más liquidez con opción de recompra y la disminución de la tasa de interés de los adelantos y redescuentos.
El Banco Central consideró que en esa coyuntura había que aplicar una política monetaria expansiva para contrarrestar los efectos tremendamente recesivos de la pandemia sobre la economía local y la economía global.
Y esa posición del Banco Central fue correcta independientemente de que no se alcanzaran todos los efectos buscados con la expansión monetaria o expansión de la liquidez o de los medios de pago.
El restablecimiento de la normalidad o la recuperación de la economía no se han logrado satisfactoriamente aún no obstante la expansión de la liquidez para la expansión del crédito bancario.
Pero, además, porque el restablecimiento de la normalidad en la economía o la recuperación de la economía dominicana no depende solo de los esfuerzos que hagamos los dominicanos desde las diferentes posiciones en el Estado dominicano y desde el sector privado.
El componente externo en la recuperación de la economía dominicana escapa a nuestro control, es decir, la superación de la recesión mundial y la generación de flujos turísticos hacia nuestro país desde el exterior no dependen de nosotros.
La expansión de los medios de pago y de la liquidez en sentido general ha generado un efecto inevitable sobre el tipo de cambio y sobre los tipos de interés: la moneda nacional se ha estado depreciando de manera sostenida frente al dólar
Y la depreciación de la moneda nacional genera inflación aparte del efecto directo sobre el sector externo: encarece las importaciones y abarata las exportaciones en el corto plazo
Y esto se dio después que el gobierno anterior se pasó ocho años depreciando la moneda nacional de manera continua y acumulada.
O sea que la depreciación de la moneda nacional que ha provocado la política monetaria expansiva que se ha estado aplicando desde marzo del año pasado se ha agregado a la depreciación continua y acumulada de nuestra moneda desde el 2012.
Y naturalmente esa política monetaria expansiva ha bajado hasta el suelo las tasas de interés en el sistema financiero y en toda la economía.
¡No se puede pedir ni pretender que los tipos de interés bajen más de lo que han bajado producto de la política monetaria expansiva que se ha estado aplicando!
¿En estos momentos hay que seguir aplicando una política monetaria expansiva o hay que cambiar de rumbo?
Creo que ha llegado el momento de aplicar una política monetaria que esterilice o desmonetice parte de la liquidez que hay en la economía. En otras palabras, llegó el momento para comenzar a aplicar una política monetaria restrictiva.
Y esa política monetaria restrictiva hay que aplicarla ya para recoger el exceso de liquidez, es decir, que hay que impulsar un sostenido proceso de esterilización o desmonetización de ese exceso de liquidez que hay en la economía en estos momentos.
Solo así se podrá un impulsar un proceso de estabilización de los precios agregados en la economía, desactivar la inflación y dar paso a la necesaria apreciación de la moneda nacional.
La política monetaria juega un papel central en cuanto a la construcción de la estabilidad macroeconómica y su incidencia en la generación del crecimiento económico.
A propósito, no es cierto como ha dicho el gobernador del Banco Central en rueda de prensa, celebrada la semana pasada, de que ha habido un “desplome” del tipo de cambio. El tipo de cambio ha pasado de de 58 puntos y pico a 57 puntos y pico, por lo que la apreciación de la moneda nacional frente al dólar ha sido realmente insignificante.
Tan intrascendente e insignificante ha sido esa apreciación de la moneda nacional que los niveles de inflación siguen por las nubes.
Cuando el tipo de cambio esté en 45 ó 40 por uno, entonces podremos hablar con propiedad de una apreciación importante o significativa de la moneda nacional frente al dólar. Y a partir de esa franja comenzarán a disminuir de manera significativa los niveles de inflación en la economía dominicana.
El interés general de la nación y del pueblo dominicano no debe estar subordinado, jamás, al interés particular o patrimonial de uno o dos sectores de la sociedad.
Las políticas públicas, y la política monetaria y la política fiscal son políticas públicas, deben estar subordinadas siempre al interés general de la nación y del pueblo.
El equilibrio que se logre en la economía de una nación tiene que ser, sobre todo, para lograr el desarrollo de la nación y el progreso y el bienestar de la gente.
Finalmente, tenemos que señalar que la política monetaria también tiene que buscar el equilibrio o la estabilidad de la balanza de pagos.
La política monetaria y cambiaria tiene que ser tal que no obstaculice los movimientos de capitales y de mercancías en sentido general en la economía incluyendo el sector externo.