Por Mario Antonio Lara Valdez.
Tenemos conciencia ciudadana de los partidos políticos existentes en República Dominicana y en Latinoamérica. Muchas veces caen en ser aliados permanentemente o un instrumento para crear negocios. Pero también mantener un lugar en la sociedad financiados por el Presupuesto Nacional.
En nuestro sistema democrático debemos estar representados por partidos políticos, aunque como ciudadanos tenemos que lograr también tener autorepresentación o presionar para que funcione realmente cada escenario que componen una sociedad.
Lamentablemente, la realidad nos da de frente cuando analizamos el sistema político electoral, así como la trayectoria de los diferentes partidos en su paso por el Estado creando frustraciones. Pero, sobre todo, desilusión al ver que nuestro país no ha podido lograr su potencial.
Cada torneo electoral trae nuevas preguntas que quedan con pocas respuestas dado que la clase política no se evalúan en sus victorias y fracasos electorales resultando un reciclaje poco confiable en su día a día partidaria, logrando estancar o eliminar la democracia interna .
Cuando vemos que la mayoría de los partidos políticos van perdiendo credibilidad elecciones tras elecciones y no son capaces de lograr de manera permanente ni un el porcentaje requerido por el organismo regulador, como partido político tiene la obligación de lograr para mantenerse reconocido. Pero es que pocos llegan a un cinco (5%) o un tres por ciento (3%) cayendo en siglas o partidos políticos fantasma.