Por Milton Olivo

Se tiene establecido, que lo único permanente es el cambio. Si Luis Abinader fracasa en instaurar el imperio de la ley en RD; lo impondrá más tarde el pueblo a sangre y fuego. Si ignoramos la historia, se repetirá. La oligarquía de  RD fue la primera en ser exiliada en América en 1865, a partir de la Guerra de la Restauración.

Lo más constructivo es apelar al patriotismo de nuestra oligarquía, para incentivar su colaboración, en poner a disposición de la construcción de industrias que RD necesita para sustituir importaciones, poniendo a la orden su experiencia, capital y crédito.

Quisqueya podrá ser destruida, pero sierva de nuevo jamás. Nunca se le ocurrió al presidente Pedro Santana, ni a la reina de España, que al ejecutar la anexión de la RD en 1861, y desembarcar 30 mil soldados españoles  para imponerla, 2 años después, se iniciaría la guerra 1863, donde serian derrotados con la pérdida de 18 mil soldados 1865.

En RD tenemos temas pendientes que sin demora hay que solucionar; condenar los desfalcadores del Estado, rescatar lo robado, repatriación de indocumentados, eliminación de las AFP, redistribución de las tierras del CEA, para dotar de bienes a más ciudadanos. Establecer nuevo sistema de salud, gratis y universal. Crear industria armas.

No de  todos los miembros de la burguesía nacional, su agenda es apropiarse de los bienes del Estado. En la mayoría de los empresarios, prima en su corazón el nacionalismo., El Estado debe crear los incentivos necesarios para que sean los capitanes de las nuevas industrias que requiere RD para sustituir importaciones por producción nacional.

RD requiere una nueva cosmovisión desarrollista, que incluye redefinir la forma de organización política del Estado. Pasar a un sistema federal, donde la población provincial elija su gobernador provincial, se le asigne su presupuesto, y estos organicen  sus ministerios, e impulsen sus propios planes de desarrollo.

En RD tenemos temas pendientes que sin demora hay que solucionar; repatriación de indocumentados, eliminación de las AFP, redistribución de las tierras del CEA, para dotar de bienes a más ciudadanos hoy desposeidos. Establecer nuevo sistema de salud, gratis y universal. Crear industria armas para disponer de las necesarias para garantizar nuestra soberanía.

Solo podremos convertirnos en potencia, en la medida que seamos capaces de superar la cultura de la partidocracia tradicional, basada en el robo de los recursos públicos, el control de la justicia, para asegurar la impunidad. Nuestro destino debe ser, convertirnos en una Quisqueya potencia.

Establecer el Imperio de la Ley, es la prioridad nacional. Y que nuestras autoridades, no traicionen su juramento de «Cumplir y hacer cumplir la ley», y quien desafine, responder ante la ley, como le toca a cualquier ciudadano.  Como sociedad tendremos un futuro grandioso!!

Compatriotas, compañeros, hermanos! Por nosotros, y los nuestros, es vital construir un clima de confianza que facilite la unidad nacional. Clima que debe ser basado en la justicia, la verdad y los principios. Y llamar las cosas por su nombre y ponerla en el lugar que se merecen. El ladrón, es ladrón.

En esta nueva Era del cambio, los partidos políticos deben convertirse en centros de pensamientos, de reflexión y participación política, para generar las  respuestas necesarias para hacer realidad una Quisqueya potencia.

El autor es candidato a la Secretaria General Nacional del PRM