Roberto Valenzuela
Cuando el expediente Leonel Fernández fue a la toma de posesión de Porfirio (Pepe) Lobo (2010-2014)), en Honduras, lo abuchearon y le gritaron: “¡Maldito negro comunista!”. Fue un mal rato provocado por las tensiones políticas del golpe de Estado.
Los racistas (fanáticos-xenófobos) e iracundos seguidores de Lobo insultaron a Fernández porque había sido de los primeros gobernantes en denunciar el golpe de Estado contra Manuel (Mel) Zelaya, en el 2009. Leonel pidió, como mecanismo de presión, que Honduras fuera sacada del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Centroamérica (DR-CAFTA).
La noche del domingo 28 de junio de ese año (2009) los mandos militares asaltaron el dormitorio de Zelaya y lo secuestraron: casi desnudo (preso y a empujones) lo montaron en un avión y lo “tiraron” en Costa Rica.
Algunos medios hondureños se hicieron eco de la denuncia que los militares se orinaron e hicieron “pupú”, distribuyeron heces fecales (excrementos, “mierdaaa”) por distintos lugares de la casa de Mel Zelaya, como otra forma de humillación.
Una vez más la dizque o supuesta Organización de Estados Americanos (OEA) quedó en ridículo, desacreditada, apabullada, vilipendiada, degradada, vomitada porque su secretario general, José Miguel Insulza, instantáneamente se trasladó a Honduras y pidió la reposición de Zelaya, sin que nadie le hiciera caso.
Por el contrario, para mostrar que la OEA es una entelequia, marioneta, pelele, títere que sólo canta y se “depatilla”, baila la música que toca Estados Unidos, los militares reprimían, apresaban, golpeaban y asesinaban a quienes protestaban pidiendo el regreso al poder de Mel Zelaya.
El depuesto presidente fue acogido en República Dominicana como exiliado político. Después el presidente Fernández sirvió como negociador entre Porfirio Lobo, Estados Unidos (acusado de estar detrás del golpe de Estado) y el gobierno de Venezuela de Hugo
Chávez, quien encabezaba una dura campaña contra lo que denominaba los “gorilas golpistas, goriletes”.
En medio de la crisis hubo unas cuestionadas “elecciones” y ganó el partido de Pepe Lobo, quien prontamente visitó a Leonel. Parte de las negociaciones fue permitir el regreso de Zelaya a Honduras y la participación de Fernández en la toma de posesión, como forma de disminuir las tensiones.
Hoy, 12 años después, tras vivir el trago amargo del vergonzoso golpe de Estado contra su marido Manuel Zelaya, la señora Xiomara Castro del Partido Libertad y Refundación (Libre) asume la presidencia de Honduras. Primera mujer presidenta de Honduras. Esperamos que, con Dios delante (sin rencores, retaliación), haga un buen gobierno para los pobres.