Dr. Víctor Manuel Peña
No hay forma de que la globalización culmine después que llegue a su fin la guerra en Ucrania.
La globalización se estableció como proceso hegemónico a nivel mundial a principios de los 80. Pero el proceso de forjación de la globalización arranca en la misma Segunda Guerra Mundial con la invención de la internet.
Hablar de globalización es hablar de universalización de la economía de mercado y con ella la liberalización de la economía mundial.
La tecnología de punta está en el centro de la globalización.
La tercera revolución de la información y del conocimiento jugó un papel estelar en el desarrollo de la globalización. Hoy se habla de la cuarta y de la quinta revolución industrial.
El neoliberalismo ha sido la ideología que ha orientado la globalización.
No hay duda de que este proceso de la globalización fue impuesto por las grandes potencias del mundo capitalista con Estados Unidos a la cabeza.
Y es en el contexto de la globalización que Estados Unidos logra derribar a la URSS y culminar el largo período de la Guerra Fría en 1991.
Hay que decir que la URSS no se preparó para la guerra de la competitividad en el ámbito de la globalización, para la cual había que concentrarse en desarrollar la ciencia y la tecnología, y no en ideologizar éstas.
Este proceso globalizador, aún cuando ha alentado el desarrollo de la ciencia y de la tecnología, ha estado acompañado estructuralmente de las desigualdades que acompañan a la economía capitalista o la economía de mercado.
Y esas desigualdades se han profundizado en el mundo y al interior de cada país: desigualdades sociales, desigualdades comerciales, financieras, etc.
De acuerdo a Thomas Piketty, autor del Capital en el Siglo XXI, las desigualdades de todo tipo, incluyendo la agudización de la pobreza y de la desigualdad distributiva del ingreso y de las riquezas, se han profundizado en el contexto de la globalización.
Hay que señalar que el proceso globalizador ha sido muy desigual en el mundo, concentrándose en las grandes potencias capitalistas y siendo marginal en la periferia del mundo.
Pero el desarrollo de China Popular como potencia económica no se puede explicar al margen de la economía de mercado e incluso la misma Rusia, que dejó de ser socialista desde 1991, no puede explicar su desarrollo hoy al margen de la economía de mercado.
China Popular adoptó el modelo de economía de mercado desde principios de los 70 cuando restableció relaciones con Estados Unidos y comenzó a recibir enormes inversiones provenientes no solo de Estados Unidos sino de las potencias capitalistas de Europa.
Los grandes mercados de Rusia han estado en Europa, el Medio Oriente, Asia y Estados Unidos.
En el caso de Rusia la situación va a ser diferente después de la guerra con Ucrania por las grandes sanciones que le han impuesto Estados Unidos y las potencias del mundo europeo.
Pero, en fin, Rusia no podrá volver a encerrarse en una economía central planificada.
Y mucho menos China Popular que ha logrado niveles de desarrollo inimaginables en el marco de la economía de mercado y de la globalización.
China Popular ya está situada como la primera potencia comercial del mundo.
De continuar desarrollándose como lo ha hecho hasta ahora, China Popular podría pasar a ser en el 2050 la primera potencia del mundo.
Y todo eso China Popular lo ha logrado en el contexto de la economía de mercado y de la globalización.
Claro, las sanciones impuestas a Rusia podrían limitar la expansión de la economía en el caso de ese país, pero de ahí a decir que eso pondrá fin a la globalización hay una distancia del cielo a la tierra.
Concluyo diciendo que no es cierto que después que culmine la guerra en Ucrania vendrá el fin de la globalización.