Por Milton Olivo

 

Es tiempo de ocuparnos por los mensajes que llegan a nuestros niños y jóvenes. Es tiempo de tomar medidas de control para conservar las buenas costumbres. Es vital que el Estado asuma su papel. Hay una conspiración contra la salud mental de los más jóvenes de nuestra sociedad.

 

No podemos permitir que el arte se use para promover la degradación, el consumo de drogas, convertir en experiencia psicodélica la delincuencia, incentivar la prostitución, la vulgaridad, la desconstrucción de nuestras sanas tradiciones, normas y valores. Basta!

La RD está en guerra. Y atacados por los frentes externos e internos. Después de un saqueo vulgar de los recursos públicos, apertura de la frontera e invasión de indocumentados, los niños desplazados en sus escuelas, las madres en la maternidades, los enfermos en los hospitales.

Nuestros salarios deprimidos por la mano de obra barata de los invasores, nuestros trabajadores desplazados por los invasores en las actividades agrícolas, en el sector construcción, en el turismo, y las ventas callejeras. Y los ciudadanos agredidos por la violencia importada.

RD está en guerra. Mientras, el pueblo se abstiene esperando respuestas de las autoridades. Pero en la medida que pasa el tiempo, todos estos problemas solo se agravan. La sociedad se encuentra acorralada. Punto donde para sobrevivir solo queda saltar sobre los agresores.

 

La historia es un profeta con la mirada vuelta hacia atrás. Históricamente solo el pueblo ha salvado al pueblo. En 1844, fue el pueblo decidido que echó a los haitianos. En 1863, fue quien restauró la independencia, mientras el ejército apoyaba la anexión y fue capaz de enfrentar a su propio pueblo que luchaba por la restauración de la patria….

 

En 1965, el pueblo con una fracción de las FFAA, restablecieron el orden constitucional. Hoy la RD mantiene la división de origen. Unos pocos que guiados por sus intereses se benefician con los males, y la gran mayoría civiles y militares que lucharan por restablecer el orden.

Los invasores serán repatriados. El respeto a las buenas costumbres como pueblo Cristiano será establecido. Lo robado al Estado será rescatado. Los Traidores serán escarmentados. Las importaciones serán sustituidas por producción nacional. Y una Quisqueya potencia realidad será.

El autor es escritor y pre candidato a Alcalde por SDE