Por Milton Olivo

El Poder Legislativo de RD con sus actos, no justifican los recursos que ganan y gastan. RD requiere profundas reformas y la aprobación de otras pendientes, como el Código Penal, ante las cuales el Poder Legislativo es indiferente. Y lo vemos enfocados aprobando asuntos intrascendentes.

En cuanto a las reformas necesarias, pendientes y esperadas, RD luce estancadas, la sociedad huérfana y el pueblo defraudado. Vemos un sistema judicial al servicio de la impunidad y un Congreso opaco, sin bríos patrióticos, y sin reflejar un espíritu nacionalista y desarrollista. El individualismo y la codicia, nos ahogan en su natural estiércol.

RD requiere ser reingenierizada. Y los actores comprender la necesidad de tomar las medidas necesarias para pasar de ser un país importador y sustentado en endeudamiento externo permanente, a ser un país exportador, impulsando un agresivo programa de sustitución de importaciones.

RD requiere de una clase política que comprenda que el país debe convertirse en un importante suplidor global de alimentos frescos y procesados. Y convertir la situación sociopolítica global en agua para nuestro molino, no en victima de la situación.

Es tiempo de pensar en una RD fuerte económicamente, poderosa militarmente, una nación enfocada en la investigación, la innovación y el desarrollo. De impulsar agresivamente el mercado de capitales, apoyar los emprendedores, con eficiente sistemas de transporte mercante y aéreo.

RD no puede darse el lujo de perder el tren de este siglo XXI, como perdidos el siglo XIX y XX; al perder la oportunidad de industrializar la agricultura y de subirnos a la industrialización en toda su dimensión. Es hora de trabajar por aprovechar la revolución del conocimiento.

RD debe resolver el desorden migratorio, recuperar lo robado al Estado, erradicar la delincuencia, rescatar el sistema educativo, reinsertar la educación cívica en las escuelas, y la religión cristiana, construir agroindustrias municipales para incentivar agropecuaria y explotar pesca y acuicultura.

En RD debemos pensar en un nuevo Consejo de la Magistratura, propongo formado por Rectores Universitarios. El Ministerio Público designado por Decanos de Ciencias Jurídicas de las universidades. Gobernadores electos por su población, provincias con sus presupuestos y ministerios.

En RD deberemos transformar los Ministerios, en Centros de investigación, Desarrollo e Innovación. Descentralizar la PN en policías municipales y del D.N. Comprender que el cáncer histórico de nuestra sociedad ha sido la centralización del poder, y probar ahora descentralizando.

Solo imaginar en RD, cada provincia con su gobernador electo, este con su presupuesto provincial, sus propios ministerios con los talentos locales, impulsando sus propios planes de desarrollo provincial. Policías municipales rindiendo cuenta a la respectiva alcaldía. Su flota mercante y su flota aérea de carga para masificar exportaciones.

El autor es escritor y político nacionalista