MI SENTIR

Por Balbueno Medina

Por primera vez en la historia de la vida democrática de la República Dominicana, estoy observando que algunos grupos empresariales y comunicacionales comienzan a sacar la cara por aspirantes presidenciales favoritos de cara a las elecciones del 2024.

Lo más importante de todo esto es que ya la población dominicana les ha cogido la seña con las medidas que han tomado de cara a las firmas encuestadoras que se disputan el mercado electoral en base a los trabajos que presentan regularmente en cada torneo comicial del país.

El país fue testigo de cómo en medio de ese tejemaneje se quiso enlodar la imagen de la firma encuestadora Gallup y de su representante Rafael Acevedo, cuya trayectoria ha sido aceptada y respetada por la inmensa mayoría de los dominicanos por la enorme cantidad de aciertos que ha tenido en cada uno de los procesos electorales que ha vivido el país, desde la década de los 80s hasta la fecha.

Sin embargo, la preferencia por otras encuestas que no han tenido el nivel de aciertos que ha demostrado la Gallup y que en torneos recientes ni siquiera por asomo se han acercado a los resultados electorales que se han producido en el país, evidencia claramente inclinaciones hacia determinados candidatos o fuerzas políticas.

Eso tampoco quiere decir que es malo, porque los grupos empresariales y comunicacionales tienen derecho a tener sus simpatías, como sucede en los Estados Unidos, que una u otra cadena noticiosa se identifica con los candidatos del Partido Demócrata o el Partido Republicano, de acuerdo a sus intereses económicos e ideológicos.

No obstante, con lo único que no estamos de acuerdo con ese tipo de apoyo al estilo dominicano es que se pretenda confundir a la población dominicana haciéndole creer que tal o cual grupo comunicacional no está respaldando abiertamente ha determinado candidato presidencial, cuando se ha preferido escoger una firma encuestadora que todo el mundo sabe que trabaja para ese aspirante presidencial desde hace muchos años.

Es posible que los contendores de ese candidato de cara al proceso electoral del próximo año se queden callados ante lo que todo el mundo considera evidente, por las razones que fueren, pero es bueno que sepamos que no todos los que habitamos esta media Isla somos ignorantes por omisión o conveniencia.

Sabemos que en cada proceso electoral los partidos políticos y todo el que de una u otra manera se ve involucrado en él se juega todo por el todo, pero vivimos en una democracia y tenemos una población madura y altamente informada que contrario al pasado no puede ser engañada fácilmente por la demagogia política y empresarial que al parecer no ha aprendido de las experiencias recientemente vividas en las elecciones del 2020.

A todos nos conviene que nos quitemos el antifaz, ya sean empresarios, independientes, sociedad civil, simpatizantes y amigos de tal o cual candidato de cara a las elecciones del 2024, para que no terminemos por ser nosotros mismos los engañados porque como reitero la población dominicana ya no es tonta y conoce de qué lado hala cada cual sin que tenga que dar tantas señales.

De manera, que lejos de criticar a esos sectores empresariales y comunicacionales que han decidido dar señales claras de favorecer con la difusión de los resultados de las encuestas que responden a la línea política candidatos de su predilección, los saludados y les felicitamos porque por primera vez se han dispuesto a dar la cara por ellos y a no engañar al pueblo y a los que competirán frente a ellos en las elecciones del 2024.

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