Por Milton Olivo

Nuestro deber generacional es evitar la disolución nacional. Rescatar económica y moralmente la patria. Rescatando lo robado, desarrollando nuestro aparato productivo, resolviendo el desorden migratorio, fortaleciendo nuestras FFAA, rescatando la seguridad en nuestras calles.

La misión histórica del cambio en RD es reducir el nivel de desigualdad económica. Redistribuir las 4 millones de tareas de tierra del CEA, es una tremenda oportunidad. Que de 100 tareas por familia beneficiaria a 40 mil familias. Para reducir pobreza, migración e inseguridad.

Bien gobernar es misión divina. Y nada más divino que elevar el nivel de bienestar de los hijos de Dios, nuestros conciudadanos. Lo trascendente no es la propiedad privada, es la felicidad y seguridad de las familias. Es hora de reconfigurar nuestra forma de ver la realidad.

Es vital contemplar la realidad a través del cristal coloreado con el color del Cristianismo. Demasiado tienen muy poco, y muy poco tienen demasiado. Esa es la causa de la violencia existente que amenaza a todos. Es hora de replantearnos los cambios necesarios por el bien común.

Es vital estudiar el camino recorrido por las sociedades hoy prósperas y desarrolladas. En especial de sociedades similares a nosotros como los Tigres Asiáticos; Singapur, Taiwán, Corea del Sur, Etc. Debemos CAMBIAR de rumbo, escapando del más de lo mismo para ser éxitos como país.

Tenemos que industrializar el campo, construyendo un tejido de agroindustrias municipales. Desarrollar nuevos sectores productivos potenciales, como pesca industrial, acuicultura, maricultura, empresas tecnológicas, etc. Impulsar un agresivo plan de sustitución de importaciones.

Nuestros recursos deben ser enfocados en crear empleos, elevar la producción e incrementar nuestras exportaciones. Crear nuevos sectores productivos. Crear una industria militar. Fortalecer defensa RD. Repatriar indocumentados. Reforestar la patria. Proteger nuestras cuencas hidrográficas,  recuperar lo robado al Estado, llevar a la justicia los responsables, para rescatar la patria y el honor nacional. Para hacer realidad una Quisqueya potencia.

El autor es escritor nacionalista y dirigente del PRM