La nueva metodología de medición de pobreza monetaria arroja un umbral a partir del cual un hogar es considerado pobre monetario más elevado que el utilizado anteriormente con la Metodología 2012. Es decir, el gobierno se exige más y establece estándares más altos de bienestar para medir la pobreza monetaria.
Santo Domingo, República Dominicana (Agosto, 2023). La pobreza monetaria es el indicador oficial en el país para monitorear su evolución. Esta medición es desarrollada por el Comité Técnico Interinstitucional de Medición de la Pobreza (CTP), organismo conformado por distintas instituciones del Estado dominicano, entre estas el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPYD), según lo establece el Decreto 112-15.
Existen muchos otros índices para medir la pobreza y que el Ministerio de Economía produce y publica periódicamente, tales como mediciones de pobreza multidimensional (IPM-AL), necesidades básicas insatisfechas, población por estratos socioeconómicos (BM-CEDLAS), entre otras.
Desde su creación, los programas de transferencias monetarias han utilizado el Índice de Condiciones de Vida (ICV) y no el índice de pobreza monetaria para la asignación de transferencias focalizadas. El ICV es el indicador con el que el Sistema Único de Beneficiarios (SIUBEN) categoriza los hogares dominicanos levantados en su registro según su condición de pobreza (no monetaria).
Este indicador puede asumir valores entre 0 a 100, que se obtiene mediante la aplicación de un sistema de ponderadores que integra 17 variables (no monetarias) asociadas a las privaciones de los hogares dominicanos, agrupadas en las siguientes categorías: vivienda, servicios básicos y equipamientos del hogar, capital humano y género, así como capacidad de sustento familiar.
La pobreza monetaria general mide el número de hogares cuyos ingresos son insuficientes para adquirir una canasta básica de bienes y servicios y la pobreza monetaria extrema mide aquellos cuyos ingresos no son suficientes para cubrir la canasta básica alimenticia.