Por: Alejandro Santos
El presidente Abinader vive la euforia del ganador, sus planes de lograr conformar un “solo gobierno”, se ha hecho una realidad.
La sociedad dominicana renueva sus esperanzas otorgándole al presidente Abinader un nuevo mandato presidencial. Existe un sentimiento de apoyo hacia el nuevo periodo, confiamos que será un “nuevo gobierno”, que se realicen cambios en las estructuras del gobierno, con nuevos actores, que se lleven a cabo verdaderos aportes al país.
Lo que se entiende desde la población dominicana, que Abinader ha tenido que socorrer a varios ministerios, asumiendo responsabilidades, donde han faltado iniciativas y eficiencias.
Lo que sobresale en el proceso eleccionario, tiene que ver con el motivo del voto de la gente, se expresó mayoritariamente en favor de la persona del presidente Abinader , se destaca que su empeño y dedicación sobrepasó con creces, las inoperancias de muchos funcionarios.
La expresión del voto estuvo dirigida especialmente hacia el presidente Abinader, asimismo arrastró
las abrumadoras victorias municipales , congresuales y presidencial del PRM.
El Presidente Abinader tiene ahora en sus manos la capacidad de poner en práctica sus ideas de cambios. No existen atadura dentro de su partido ni a lo externo, que le impidan imponer su voluntad.
Con el dominio de 122 alcaldías de 158, que representa el 77%, 144 diputados de 190, equivale al 76% de la matrícula que tiene la Cámara de diputados, 29 Senadores de 32, eso es el 90% del total del Senado.
El triunfo del presidente Abinader al obtener esta extraordinaria concentración de poder
asume un nuevo gran desafío, propiamente el que se refiere a las crecientes expectativas creadas en virtud de esos resultados electorales.
En lo adelante, todos los estamentos del poder público estarán bajo el control y dominio del presidente Abinader.
Suele ocurrir, al mismo tiempo, que el ejercicio del poder se le hace más fácil y cómodo al Presidente Abinader, en esa misma medida, crecen las expectativas y las exigencias de grupos sociales y económicos para ser complacidos en sus peticiones. Queda sobreentendido que el presidente tiene en sus manos el mando para responder sin ningún problema ni excusas a las solicitudes de grupos, o de la sociedad dominicana.
En algunos casos, puede ser un “arma de doble filo” tener a la disposición el control de todos los poderes.
Pero lo mejor que puede ocurrir para los dominicanos, será tener un gran gobierno, de grandes realizaciones, tener estabilidad y crecimiento en nuestra economía, gozar de más tranquilidad, con menos delincuencia, todos ganaríamos con un buen gobierno del presidente Abinader.