Por Milton Olivo

Por sus hechos los conoceréis. Así lo establecen las sagradas  escrituras, y así lo confirma la impresionante labor desplegada para erradicar más de 100 vertederos heredados, por parte de la administración encabezada por el Pastor Dio Astacio. Notándose ya el cambio en Santo Domingo Este.

Una situación agravada por la irresponsabilidad de la administración  anterior, donde no existían rutas, ni frecuencias  confiables para la recolección de basura, obligando a la población a sacar los desechos sin un calendario ni horario definido.

A pesar de que la actual administración solo encontrar la mitad de la flota de camiones comprados supuestamente nuevos hace pocos meses, estos obstáculos han sido vencidos por un trabajo intenso, un compromiso a prueba de todo y una indomable voluntad de hacer las cosas bien por parte del nuevo alcalde y su equipo. Hoy, Santo Domingo Este, es otra cosa.

La población, viene incrementando su cooperación  y asumiendo el compromiso de sacar la basura solo los lunes, miércoles y viernes, lo que viene siendo  sido clave para este cambio. Ahora, la nueva meta es aún más ambiciosa: lograr que las familias del municipio separen los residuos en el hogar.

La propuesta es simple pero poderosa:

–         Desechos de alimentos y papeles del baño en una funda.

–         Vidrios, plásticos, metales y cartones en otra funda.

Con esta separación, en primer lugar, restamos un por ciento significativo de los residuos de la recolección semanal, porque la funda de los residuos inorgánicos (vidrios, plásticos, metales, cartones, textil, etc.), dura más tiempo para llenarse, al tiempo que  se crean las condiciones para comenzar la segunda etapa del plan: impulsar el reciclaje comercial  en SDE.

Al tener separados los desechos orgánicos (que generan pudrición) de los inorgánicos (material reciclable), esto permitirá iniciar el establecimiento de un sistema de compra de los residuos inorgánicos a las familias. Y el inicio de la  reutilización, el aprovechamiento y la industrialización de los residuos sólidos urbanos, lo que atraerá inversiones y creará empleos, transformando los residuos, de un problema en una fuente de riqueza y oportunidades.

El reciclaje no solo tiene un impacto económico, sino que  también ambiental. Con los residuos orgánicos (desechos de alimentos y papeles del baño), se puede fabricar compost o fertilizante orgánico, así como biogás o biocombustibles que generan energía eléctrica.

El sueño de décadas de la población de SDE,  de que llegara a la alcaldía auténticos ciudadanos políticos comprometidos con la población, con sus promesas y sus propuestas de campaña, ya no es solo un anhelo; en Santo Domingo Este, es una realidad palpable.

El futuro es maravilloso cuando se combina el compromiso de una administración municipal, con el compromiso  de los ciudadanos. La participación activa de la comunidad no solo facilita el proceso de recolección y reciclaje, sino que también fomenta una cultura de responsabilidad ambiental y cívica.

La gestión de residuos en Santo Domingo Este, es un ejemplo de cómo la colaboración entre la administración y la ciudadanía puede transformar un problema crítico en una oportunidad de desarrollo sostenible. Con la separación de residuos en el hogar y el impulso del reciclaje, no solo estaremos mejorando nuestra calidad de vida, sino también construyendo un futuro más limpio y próspero para todos.

El presente es un ejemplo para todo el país, de cómo la cooperación y el compromiso pueden superar grandes desafíos y lograr cambios significativos en la comunidad. Con cada esfuerzo, Santo Domingo Este se posiciona como un ejemplo a seguir en la gestión de residuos y la protección del medio ambiente.

El autor es activista por una Quisqueya potencia.