Por Alejandro Santos
Es obviamente perceptible que en el Partido Revolucionario Moderno se ha iniciado la carrera por la sucesión, con la inminente protagónica salida del escenario político de Hipólito Mejía por su edad y otras razones, y la culminación de un posible segundo mandato de Luis Abinader , son dos eventos que marcan desde ya un vacío de la preponderancia de las dos principales figuras del PRM,esto provoca el inicio de creación de estrategias y la lucha por un mejor posicionamiento de los que se creen ser herederos para llenar el espacio de un nuevo liderazgo en ese partido.
Los diversos proyectos de aspirantes a la candidatura presidencial no están enfocados hacia el proceso de las próximas elecciones del 2024, aunque su verticalidad distraiga la creencia de que se tratan de propuestas contundentes hacia las próximas elecciones. El caso de Ramón y Guido, los dos deben saber perfectamente que no es su tiempo, que no han despertado el interés del PRM, ellos se han quedado en asistir a diversos programas de televisión y radio como buenos comunicadores para buscar una notoriedad pública que les pueda catapultar para el futuro, una vez quede el vacío en el PRM de Hipólito y Luis.
La carrera por la herencia del liderazgo en el PRM se manifiesta con fuerte vehemencia en la disputa por la candidatura vicepresidencial, es bastante claro el conocimiento de lo que viene después del segundo periodo de Luis Abinader, dada la existencia del impedimento constitucional para un tercer mandato presidencial consecutivo, lo que aviva y sobredimensiona el interés por la vicepresidencia.
La lucha por la posición de la candidatura a la vicepresidencia no se está considerando, para las elecciones del 2024, como una decisión discrecional y soberana del Presidente Luis Abinader, todo lo contrario se le quiere imponer al Presidente-Candidato la elección de su acompañante de boleta como el resultado de un acuerdo político a lo interno del PRM, de ahí que se estén dando todo tipo de presiones y fuerzas para forzar a Abinader a una selección condicionada de la vicepresidencia.
Son cuatro (4) las principales fuerzas que se mueven presionando para lograr colocar la o el acompañante en la boleta de Luis Abinader. En esta carrera están: 1.Carolina Mejía, que en ningún momento ha dado a conocer su intención de buscar la reelección como Alcaldesa y que tiene a su padre Hipólito Mejía como su principal soporte. 2.El caso de la actual vicepresidenta Raquel Peña, auspiciada como se conoce por el “grupo poderoso de Santiago”: 3. David Collado, que ya es de conocimiento ampliamente público, que es una pieza clave del “Grupo Vicini”. 4.La otra vía que también está activa y no es tan visible es la propia corriente de Luis Abinader a lo interno del PRM, entiende que el compañero de boleta debe ser uno que salga del sector de Luis Abinader para garantizar la continuidad de la supremacía dentro del PRM.
La carrera por la sucesión en el PRM toma mucha más relevancia y se concentra con más determinación en la consecución de la candidatura a la vicepresidencia, sobre el criterio que una vez culmine el segundo mandato de Luis Abinader, el vicepresidente será en lo adelante el sucesor indiscutible para las elecciones del 2028 del Partido.
El Partido Revolucionario Moderno (PRM) está viviendo una lucha anticipada por la candidatura presidencial del 2028, de ahí que estas fuerzas se están moviendo fuertemente para incidir y determinar la selección de la candidatura a la vicepresidencia, aunque en esta carrera se lleve por delante la autonomía del Presidente para escoger soberanamente su compañero o compañera de boleta.