Altos oficiales de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett) habrían iniciado una investigación ante el supuesto acoso del encargado de seguridad de la Embajada de Estados Unidos contra varias subalternas, hecho que presuntamente motivó el suicidio de la sargento mayor Anny Montero Montero.
Las pesquisas fueron iniciadas, aunque no con carácter oficial, por un coronel de la uniformada que contactó a dos excompañeros de la hoy occisa tres días antes de que esta tomara la decisión de suicidarse en un baño del edificio diplomático, donde prestaba servicio.
La exmiembro de la Digesett, quien pidió reserva de su nombre, reveló a EL DIÁ que fue contactada para ser cuestionada con relación al acoso por parte del oficial superior y del que también le había confesado Montero Montero.
“Duré dos años trabajando allá y les puedo decir que pasé por lo mismo. Ella (Montero Montero) me dijo que le estaban haciendo la vida imposible y le aconsejé que si no estaba a gusto mejor vete. Gracias a Dios tengo un carácter fuerte y cada vez que se me insinuaba yo lo ponía en su puesto”, manifestó la mujer, quien aseguró que por sus constantes negativa este presionó para apartarla de las filas.
Días antes de suicidarse, la sargento le confesó a uno de sus hermanos que no quería seguir viviendo, debido a los problemas que tenía por el acoso y chantaje que sufría a diario por parte de un superior.
“Ella me dijo que había cometido un error grave con el jefe suyo. Él parece que quería salir con ella. pero mi hermana se le negó, y él de una forma u otra la estaba manipulando para eso”, narró Melkin Montero.
Los restos de la agente fueron sepultados ayer en el cementerio Cristo Salvador, donde sus familiares exigieron justicia.
— Pesquisas
El vocero de la Policía, coronel Frank Félix Durán Mejía, indicó que los investigadores trabajan para establecer las reales causas del suicidio y que todas las informaciones se están depurando.