“Los moradores han optado por tirar la basura en ese lugar debido a que el Ayuntamiento dejó de enviar el camión por aquí”, fue la frase usada por un joven comunitario cuando un periodista le preguntó por un vertedero improvisado localizado cerca de un arroyo, y esa es la línea usada por muchas personas para justificar lanzar desperdicios en terrenos baldios. Los vertederos improvisados son un problema de salud públicaconstante en el municipio de Baní que afecta la vida de las personas ubicadas en las cercanías de estos. Pero lo más preocupante de este tema es el hecho de que exista una cultura de justificación en torno a ello.

En los últimos tiempos se han multiplicado las declaraciones de personas que prefieren culpar a las autoridades de ornato y limpieza por el surgimiento de nuevos vertederos improvisados, en vez de analizar el origen de esta problemática que debe ser un asunto de todos. Y no solo del Ayuntamiento. Y es que el problema del tratamiento de los desperdicios sólidos debe ser abordado desde una perspectiva más amplia.

No se trata de restarle responsabilidad a las autoridades correspondientes, pues es cierto que el servicio que ofrecen es deficiente, sino de poner en el tapete un problema educacional que está afectado de manera significativa a la población: el cúmulo excesivo de desperdicios y el destino final de los desechos.

Utilizar como pretexto que las autoridades no realizan su trabajo para permitir que surja una montaña de desperdicios no es el camino correcto, es una agravante de la situación. Si, el Ayuntamiento debe mejorar el departamento de ornato y limpieza, pero también las juntas de vecinos deben aplicar medidas para evitar la creación de vertederos improvisados y con ello focos de contaminación. Es importante asumir una campaña educativa permanente que enseñe a las personas el correcto tratamiento de la basura, que promueva la reducción de desperdicios por hogar, así como la importancia del reciclaje y la reutilización de ciertos materiales.

Debemos todos implementar las medidas necesarias para eliminar los vertederos improvisados, erradicar los focos de contaminación y mejorar la higiene de nuestros barrios, porque esta problemática afecta a todos y necesita de todos para ser resuelta.

Anabellys Reyes De La Rosa
Periodista