Por Balbueno Medina
Las acciones que en diversas direcciones ha venido encaminando el gobierno del presidente Luis Abinader, es una demostración palpable de que las nuevas autoridades quieren hacer algo diferente y que redunde en beneficio de amplios segmentos de la población dominicana.
Pese a que han habido sectores que, con sus constantes críticas al gobierno, han querido desenfocar al presidente Abinader, del rumbo que le marcó a su gestión, éste al parecer se dio por enterado y contrario a hacerles caso ha dado la milla extra en el avance de su programa de ejecutorias.
Con frecuencia hemos visto al primer mandatario trasladarse de un lugar a otro de la geografía nacional y desde los puntos visitados hacer importantes anuncios de proyectos que, como el mismo dijo en una entrevista que concedió a la periodista Alicia Ortega, “al parecer este parece un gobierno viejo por las tantas cosas que ha hecho en dos meses de gestión”.
Si el presidente Abinader, se hubiera detenido a contestar todos los ataques interesados que le han hecho a su gestión de gobierno, solo porque se ha propuesto enfrentar la corrupción y la impunidad y a poner al desnudo los hechos que han costado miles de millones de pesos y profundización de la miseria al pueblo dominicano, entonces estuviéramos viviendo un caos en el país, que al fin y al cabo es lo que esos detractares persiguen para pescar en rio revuelto.
Los que con saña e intereses malsanos viven escudriñando y persiguiendo cada pequeño detalle de la presente gestión de gobierno para enrostrar lo malo que le puede ir a las nuevas autoridades, lo que busca es presentar al equipo gobernante como algo sin pericia ni coherente, incapaz de superar al que hace poco más de dos meses fue desalojado del palacio.
Por esa razón, insisten en vender el argumento de que al gobierno le hace falta una mejor estrategia de comunicación y que hay ministros que hacen y dicen cosas diferentes a las que promueve el presidente de la República, con el avieso propósito de hacerle creer a la población que por sus malas acciones estas autoridades no pasaran más de cuatro años al frente de la cosa pública.
En esa misma campaña han venido arrastrando a dirigentes y militantes del Partido Revolucionario Modernos, a quienes les han mantenido el discurso de que no los han tomado en cuenta porque el gobierno ha sido conformado por figuras de la elite empresarial e intelectual del país, pero las últimas acciones del presidente Abinader se han encargado de ir desmontando todos esos propósitos que confluían en provocar una implosión desde el PRM hasta el gobierno.
El presidente Luis Abinader se ha sacudido y en vez de hacer casos a todos esos chismes de baja monta nos está proyectando un país que de mantenerse contralada la pandemia del Covid-19, en el año 2121 se levantará de sus cenizas y se convertirá en una de las pocas naciones del mundo que habrá de superar la crisis en menos tiempo.
Con solo proyectar las inversiones que se han anunciado desde el Estado en alianza público-privada, aparte de las inversiones que de manera particular han anunciado el gobierno y cadenas hoteleras en infraestructuras turísticas, podríamos asegurar que solo eso nos garantiza que la economía nacional superará con creces a las de la mayoría de los países de la región.
Ese panorama tan alentador debería de ser aprovechado por el gobierno, no para hacer caso a sus detractores, sino para presentarlo como logro de los primeros cien días de la presente gestión, debido a que tanto el Banco Central como el Fondo Monetario Internacional, proyectan un crecimiento de 6 y 4 %, respectivamente del Producto Interno Bruto del país en el año 2021, pese a los estragos causados por la pandemia a la economía global.