MI SENTIR

Por Balbueno Medina

El encuentro efectuado en el Palacio Nacional, entre el presidente Luis Abinader y los representantes de los partidos políticos agrupados en el FOPPREDOM, es un indicio de lo mucho que ha madurado la clase política nacional y lo dispuesta en que se encuentra para que el país pueda superar con éxitos los embates del Covid-19.

Fue alentador y esperanzador para el futuro de la nación, que dirigentes de partidos políticos que concurrieron aliados o no al partido de gobierno en los pasados comicios, asistieran al almuerzo programado por la presidencia para que en una muestra de unidad todos aportaran su granito de arena a la solución de un problema que no proyecta fin por el momento.

Sin embargo, resaltó a la vista la ausencia de los presidentes de los partidos de la Liberación Dominicana y Revolucionario Dominicano, organizaciones políticas que han detentado el poder en los últimos 30 años, y que tomando en cuenta esa experiencia podrían aportar ideas al combate que todos estamos obligados a librar contra el coronavirus, que mantiene de rodillas al mundo.

Lo ideal hubiera sido que tanto Temístocles Montás como Miguel Vargas Maldonado, hubieran asistido a ese encuentro que se convirtió en una verdadera cumbre política contra el coronavirus, debido al gran compromiso que asumió el Foro Permanente de Partidos Políticos de la Republica Dominicana frente al Poder Ejecutivo de enfrentar unidos la pandemia con el objetivo de librar al país de ese mal.

Es probable que con esa actitud los partidos de la Liberación Dominicana y el Revolucionario Dominicano hayan salido perdiendo, porque, por un lado, por la ausencia de sus líderes vendieron la imagen de excluirse de un problema que nos afecta a todos, y por el otro lado, se demostró que ya no tienen control de sus aliados políticos porque la mayoría de estos estuvieron presentes en el encuentro convocado por el presidente de la Republica.

El ánimo que se respiró en ese encuentro al que asistieron la mayoría de los partidos políticos desprendidos de las viejas siglas del PRD, fue de total armonía y camaradería, según se pudo observar, por lo que a partir de ahora las cosas podrían cambiar en el ajedrez político de la Republica Dominicana, no solamente frente al coronavirus, sino al acompañamiento en las tareas propias de ese accionar en el país.

Con esta acción, el presidente Abinader, no solamente ha demostrado ser un estadista que piensa en el futuro de la nación, sino que ha llegado a un nivel de madurez política que lo ha colocado por encima de la mayoría de sus antecesores mandatarios, muchos de los cuales no dieron pasos como esos en beneficio del país por el sectarismo político que los frenaba.

El encuentro de esta semana con el FOPPREDOM obedeció a la política de consenso que el mandatario inicio desde su gestión con diversos sectores de la sociedad dominicana tendente no solo a enfrentar los problemas generados por el coronavirus, sino por los propios males heredamos como consecuencia de deudas acumuladas por el incumplimiento de promesas anteriores.

Para los actuales momentos que vive nuestro país, encuentros como los efectuados por el presidente Abinader, resultan saludables para el futuro de la nación, porque garantizará confianza y estabilidad en el accionar del ejecutivo de cara a los problemas que nos afectan a todos y servirán de escudo para enfrentar con el éxito requerido cualquier choque externo que se produzca como consecuencia de los males que padece el mundo como consecuencia de la pandemia Covid-19.

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