El Consejo Nacional de Confraternidades de Pastores Evangélicos (Conacope) expresó su más enérgico repudio al acto criminal perpetrado contra los jóvenes Joel Díaz y Elisa Muñoz, pareja de esposos evangélicos que fue víctima de los disparos de una patrulla de la Policía Nacional en Villa Altagracia, provincia San Cristóbal.
El reverendo Adolfo Mateo, presidente de Conacope, dijo que la conmoción que ha generado este horrendo, inaceptable e indignante acto criminal, no solo ha llenado de dolor y a pesar a la comunidad evangélica del país, sino que ha consternado a toda la sociedad dominicana.
“Este acto brutal de violencia contra esta joven pareja evangélica ha sido un duro golpe para nuestra comunidad de fe y para toda la sociedad dominicana, por lo que junto a nuestra voz de protesta nos unimos en oración para pedir que el Señor lleve paz y consuelo a los familiares y a las personas más cercanas a estos dos jóvenes que han sido víctimas de esta acción policial tan horrenda, inaceptable e indignante”, expuso.
“No hay expresión que pueda explicar los sentimientos de pesar y dolor que nos abruma cuando el pensamiento nos lleva ante el escenario de este crimen atroz que merece el repudio de todos los ciudadanos de este país”, afirmó el reverendo Mateo.
Destacó las expresiones de conmoción y pesar ante este hecho con las que pastores y líderes de Conacope han manifestado su repudio y condenación a este monstruoso atropello: “Las voces de nuestros pastores están tronando con el insistente pedido de que se esclarezca este hecho y de que se haga justicia con toda seriedad y rigor”.
El presidente de Conacope valoró la gran nube de oración que se ha esparcido sobre el territorio dominicano pidiendo que Dios consuele y lleva paz a los familiares de la pareja fallecida.
“Toda la comunidad evangélica está unida en oración para que el Señor imparta consuelo y haga posar su paz que sobrepasa todo entendimiento sobre los familiares y las gentes más cercanas de esta joven pareja, víctima de la brutalidad y el desafuero de agentes policiales que abusaron sin piedad para marchitar la vida de Joel Diaz y Elisa Muñoz, quienes perecieron cumpliendo la sagrada y gloriosa misión de predicar el evangelio de nuestro Señor Jesucristo”, precisó.
Dijo que esta abominable acción es una muestra de que hemos creado una cultura de violencia, sospecha y miedo que está presente en nuestro diario vivir: “Pero que solo nos espanta cuando se producen sucesos tan alarmantes y estremecedores como esta masacre salvaje que segó la vida estos dos jóvenes evangélicos”.
El reverendo Mateo puntualizó que estos hechos horripilantes no se van a detener si los planes de seguridad ciudadana implementados por los gobiernos no involucran a toda la población de una manera efectiva, incluyendo y tomado en cuenta el aporte social a la paz que se hace desde las iglesias.
“Los planes de seguridad ciudadana no pueden limitarse a técnicas y habilidades para manejar las armas, tienen que involucrar un cambio de actitud de los integrantes de los cuerpos civiles y militares que trabajan con el orden y la seguridad individual y colectiva”, agregó.
Advirtió que esta cultura de violencia que da lugar a hechos tan horrorosos no será neutralizada a menos que las autoridades que nos gobiernan no involucren de manera efectiva a todos los sectores en un cambio de una cultura de violencia por una cultura de paz.
Enfatizó que las iglesias son claves y juegan un papel esencial en la promoción de los valores que crean las condiciones apropiadas para que, como dice la escritura, vivamos quieta y reposadamente.